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Evidencia

Servicio Comunitario

 

Analisís

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Es muy importante que los estudiantes realicen servicio comunitario, ya que para los que nunca han trabajo, los ayuda a dar un paso hacia el mundo empresarial, aquel donde debes cumplir unas normas, horario y dar cuanta a un jefe, por otra parte, es fundamental que todos nos conectemos con la realidad de la comunidad en la que vivimos, conozcamos el entorno, su problemática, para poder aportar en su beneficio.

 

Tuve mi primera experiencia con el Servicio Comunitario en Colombia, a la edad de mis 16 años, esto fue para cumplir con el servicio comunitario del Colegio de Nuestra señora del Pilar, aquí realicé 2 labores distintas:

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  1. En un periodo de una semana y durante 3 horas aproximadamente al día, debíamos ir casa por casa de una zona en específica, donde realizábamos una encuesta sobre el reciclaje, algunas de las preguntas eran, sí sabía de qué manera reciclar, como separar las basuras, luego se le daba un volante y se le regalaban unas bolsas de basuras de colores para invitarlos a empezar a reciclar.

 

  1. Por otra parte, debí ir a un instituto donde preparan y atienden a los niños especiales, estuve asignada para ser tutora de una “niña” de 24 años, que era sordo muda y tena autismo leve, esta fue una experiencia que me enriqueció y me marcó enormemente, ya que esta niña, no sabía leer ni escribir, puesto que todas las personas que le solían asignar eran pasantes de colegios, estos niños no tenían intención de preocuparse realmente por enseñarle algo, así que simplemente la ponían hacer planas de una manera repetitiva, sin explicarle que era lo estaba haciendo.

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Yo por mi parte sentí una conexión con ella, así que me di a la tarea de investigar el lengua de señas, preparé unos pequeños recortes en cartulina con el abecedario, practique las señas del mismo, para poder enseñárselo, el tiempo que estuve con ella, que fue durante un mes aproximadamente, me pareció lo más bonito que haya realizado hasta ahora, incluso más que cualquier trabajo que allá tenido hasta hoy en día en mis 34 años de vida, siento que nací para ser profesora, pero para este tipo de niños, aunque lastimosamente mi vida tomó otro rumbo.

 

Luego a la edad de 20 años, realice otro servicio comunitario en la Biblioteca Pública Gabriel Turbay, esta vez para graduarme del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), allí ayudaba en la recepción, donde yo le daba un pase (láminas de pasta trasparente gruesa cuadradas de colores y letras), esta lamina le permitía el acceso al visitante a un piso en específico, si el visitante quería cambiar de piso, debía bajar a recepción y solicitar una nueva lamina, con su cedula en mano ya que los registrábamos en libro, también brindaba información a todo el que llegara, en caso de que no supieran a que piso debían dirigirse para encontrar determinada información.

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Esta biblioteca tiene si mal no recuerdo 7 pisos, cada piso está separado por sección de búsqueda, el primer piso que aquí en Venezuela seria el 2do, era la sección infantil, allí habían muchos libros infantiles y un espacio donde los niños iban con sus padres, se podían sentar en una sala y leer libros, también hay secciones de Ciencia General, Sala de Hemeroteca, Salón de Informática con internet gratuito, Salón de Audio visuales, Sala de Música, Sala de Lectura General y muchas cosas más, es un espacio amplio y muy bonito para ir a estudiar de manera gratuita, abierta a toda la comunidad de Bucaramanga, este es un lugar donde me gustaría algún día volver a trabajar.

 

Una vez llegada a vivir a Venezuela, salía a acompañar y ayudar a mi esposo cada vez que en el Fomdes lo enviaban a las jornadas de “Mérida Preciosa”, como esto se realizaban los días sábados, lo acompañaba para no quedarme sola en casa, recuerdo haber ido en 4 ocasiones, la primera fue cerca de donde vivíamos, ya que para ese entonces habíamos alquilado un cuarto en la candelaria la cual queda cerca de la parroquia, fuimos a pintar una escuela que está ubicada en la parte alta de los curos, allí fue una jornada muy dura, donde nos quedó molidos los brazos, ya que pintamos todo el colegio, nos turnábamos también con otros para quitar la maleza del piso, esto fue un sábado durante todo un día en el año de 2004.

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Luego fuimos a la avenida Tulio Febres Cordero desde el Gersy hasta llegar a la facultad de medicina, esto ser realizo para finales del año 2006, fue una jornada de todo un día donde barrimos las calles, lo cual hizo que nos salieron ampollas en las manos, comprendí que barrer durante mucho tiempo no es fácil, también se pintó la pared que está enfrente del Gersy, todo para que un par de semanas después hicieran allí un grafiti, jajajaja.

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Para la siguiente Mérida preciosa nos tocó en el centro Av.5 desde la calle 23 hasta aproximadamente la 17, para principios del año 2007, en esencia fue muy similar a la anterior, aquí recogimos basura y quitamos varia propaganda que está pegada por las paredes. También fue una jornada de todo un día.

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Por ultimo este mismo año 2007 fuimos a Milla en la calle principal hasta llegar casi a la vuelta de Lola, barrimos, quitamos propaganda, los muchachos pintaron algunas paredes y quitamos maleza, en esta oportunidad nos quedamos solo hasta las 3 de la tarde aproximadamente por que como vivíamos tan lejos, (en el saldo alto), debíamos primero ir a la parroquia para recoger a nuestro hijo que está en casa de los suegros, de allí apurarnos para que nos cogiera la noche en el camino, puesto que para esta época las busetas que llegaban hasta el salado alto cerca donde venden las cachapas, pasaban hasta las 5pm con un poco de espacio.

 

Y finalmente la última labor social que he realizado aquí en Mérida fue a mediados del año 2014, eso fue porque un día hablando con Efrén (un amigo), del tema del desempleo por el cual estaba pasando, me recomendó que participara en una Jornada de Sensibilización vial, que una compañía aseguradora estaba pensado en hacer y están buscando voluntarios para participar, él me dijo que fuera y quizás la compañía me llamara a trabajar luego o allí pudiera conocer gente que me pudiera recomendar para un trabajo, pensé, igual no estoy haciendo nada así que no tengo nada que perder.

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Me dirigí a esta empresa la estaba ubicada en el centro comercial el Canta Claro, esto era una aseguradora de vehículos, allí me presentaron al gerente de zona y a dos compañeros más los cuales iban a conformar junto conmigo el equipo, la primera semana fue básicamente de preparación, allí se buscó información concerniente a estadísticas de accidentes viales que la compañía manejaba, se realizaron volantes informativos con las normas y señales de tránsito, otros volantes fueron de prevención de primeros auxilios, donde básicamente se les recordaba la importancia de llevar los cinturones de seguridad, que los niños pequeños fueran seguros en sillas especiales para carro y viajaran en la parte trasera del vehículo, durante las siguientes 2 semana se repartieron los volante a los alrededores y a la gente que ingresaba al centro comercial.

Luego surgió una idea de realizar una especie de charlas teniendo en cuenta que llegaba empezaba a llegar más gente al Centro Comercial, así que preparamos durante otra semana más el material y nos turnábamos para dar las charlas durante el día, sobre todo en las horas donde más llegaba gente, lo cual solía ser en las tardes, las charlas eran en esencia la misma información que tenían los volantes, pero nos dimos cuenta que a la gente no le gustaba leer, por eso se cambió la táctica.

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Para ese tiempo ya la gente está recobrando la confianza en salir más, recordemos que veníamos de las “guarimbas” así que aun el ambiente estaba un poco tenso, gracias a Dios todo resulto de maravilla, conocí a mucha gente amable y otra no tanto, supongo que era por todo lo que está pasando en ese momento en Mérida.

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